La población
humana mundial es el número total de personas que viven en
todo el mundo en un momento determinado.
La población mundial
viene determinada por el nacimiento y la muerte de los
individuos,así como por su esperanza de vida.
La población mundial
ha pasado de los casi 1000 millones en el año 1800 a más de 6000
millones en el año 2000, y el 30 de octubre de 2011 se
alcanzaron los 7000 millones (7 millardos).
Las estimaciones de la
ONU (basadas en estadísticas) calcularon aproximadamente que el 30 de octubre
de 2011, el planeta alcanzaría la cifra de 7000 millones de habitantes.
Entonces, la ONU decidió que premiaría simbólicamente al bebé que naciera antes
del final de ese día en Asia (el continente más poblado), y específicamente en Filipinas.
Ese premio le correspondió a Danica-Mae Camacho, que nació a las 23:58 h
en Manila (Filipinas).Según estimaciones de la ONU en el año 2008, cada
minuto nacen entre 323 y 358 bebés en todo el mundo. O sea, que
después del nacimiento de esa bebé filipina nacieron más de 600 bebés en
el resto del mundo a los que les podría corresponder el mismo premio.
Es usual que en
artículos científicos, ensayos, y otro tipo de escritos, se tome la
expresión en toda la humanidad como
equivalente a en toda la
población mundial.
Debido a las
características de los sistemas socioeconómicos y políticos adoptados,
histórica y actualmente, las condiciones de vida de la población mundial son
muy desparejas sobre todo en lo que se refiere a necesidades básicas: acceso a
la salud, alimentos, vivienda, educación, trabajo y servicios. Las últimas
estimaciones de las Naciones Unidas indican que aproximadamente el 20% de la
humanidad (~ 1000 millones de
personas!) vive en condiciones de pobreza absoluta, y es este sector de la población el que crece
más rápido. En el año 1950, en los países industrializados (desarrollados)
vivía el 34% dela población mundial; 25 años después, en 1975, esa cifraera de
28%, y en el año 2000 los países “ricos” alojan aproximadamente el 21% de la
población mientras que en los más pobres reside el 79%.
El incremento
demográfico implica también un mayor impacto negativo sobre el ambiente,
producto de las actividades humanas de todos los sectores: del
industrial, del energético, del agropecuario y del de la producción de
residuos.
Otros dos factores
críticos están representados por el aumento del consumo de materias primas,
sobre todo aquellas provenientes de recursos naturales y el consumo
energético,que para las últimas cuatro décadas y tomando valores medios,
mientras que el crecimiento demográfico fue de 1,5% por año, el consumo
energético creció el 5% por año!.
Este crecimiento
ilimitado de la población mundial conduce inexorablemente al deterioro del
ambiente, que sí es limitado en tiempo y espacio y produce, como nos muestra la
realidad, profundas asimetrías sociales en cuanto a condiciones y calidad de
vida que son cada día más graves e inaceptables éticamente. Un rasgo
significativo de este crecimiento está dado por el aumento de la población urbana, que crece a un
ritmo sostenido de 4 a 7% anual, conduciendo a una expansión desordenada de las
ciudades que alcanzan densidades críticas y en las que la presión demográfica
potencia graves problemas sociales (marginación, alienación, incremento del
delito, etc.) y ambientales (contaminación en todos sus aspectos).
Nuestro planeta
dispone de una “capacidad de
carga” o densidad máxima de población todavía mal definida, que
corresponde al número de habitantes que pueden vivir en él de manera razonable.
El crecimiento
demográfico constituye uno de los grandes problemas que debe enfrentar la
humanidad. Dada su complejidad y a que esencialmente se origina en un acto
privado y natural, la reproducción, que además constituye uno de los derechos
elementales de todo ser humano, resulta de difícil solución.
Las mayores tasas de
crecimiento demográfico se observan, en general, en los
sectores más pobres y marginales, sobre todo del llamado tercer mundo,
sumergidos en una pobreza estructural que agrava su futuro. Probablemente el
acceso de estos sectores a la educación, la salud, el trabajo y por lo tanto a
expectativas de progreso, planificación y bienestar permitan, no sólo que vivan
dignamente sino que también tienda a disminuir su tasa de crecimiento
demográfico.
Alternativas:
Generar e implementar
modelos socioeconómicos y politicas sociales destinadas a crear condiciones de
trabajo, salud y educación que permitan expectativas de progreso, en terminos
de bienestar, a nivel individual y familiar.
LESLIE REDDEN.
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